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¡Qué bella eres, oh amada mía! ¡Qué bella eres! Tus ojos son como de palomas.
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¡Qué bello y dulce eres tú, oh amado mío! Nuestra cama es frondosa,
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las vigas de nuestra casa son los cedros, y nuestros artesonados son los cipreses.
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