• Cantares de los Cantares 3:1

    De noche, sobre mi cama buscaba al que ama mi alma. Lo busqué, pero no lo hallé.

  • Cantares de los Cantares 3:2

    Pensé: “Me levantaré e iré por la ciudad, por las calles y las plazas, buscando al que ama mi alma”. Lo busqué, pero no lo hallé.

  • Cantares de los Cantares 3:3

    Me encontré con los guardias que rondan la ciudad y les pregunté: “¿Han visto al que ama mi alma?”.

  • Cantares de los Cantares 3:4

    Tan pronto como pasé de allí, hallé al que ama mi alma. Me prendí de él y no lo solté hasta que lo traje a la casa de mi madre, a la habitación de la que me concibió.

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