-
¡Pero una sola es mi paloma, mi perfecta! Ella es la única hija de su madre, quien la considera predilecta. La ven las mujeres y la llaman: “Bienaventurada”. Las reinas y las concubinas la alaban diciendo:
-
“¿Quién es aquella que raya como el alba y es bella como la luna, radiante como el sol e imponente como ejércitos abanderados?”.
-
Al huerto de los nogales descendí, para ver los retoños del valle, para ver si las vides ya han florecido; si han brotado los granados.
-
Y antes que me diera cuenta, mi alma me puso sobre los carros de mi generoso pueblo.
-
¡Vuelve, vuelve, oh Sulamita! ¡Vuelve, vuelve; queremos mirarte! La amada ¿Qué han de observar en la Sulamita, cuando danza en medio de los dos campamentos?
Continúa después de la publicidad