-
¡Qué bien lucen tus pies con las sandalias, oh hija de nobles! Los contornos de tus muslos son como joyas, obra de las manos de un artista.
-
Tu ombligo es como una copa redonda a la que no le falta el vino aromático. Tu vientre es como un montón de trigo rodeado de lirios.
-
Tus dos pechos son como dos venaditos mellizos de gacela.
-
Tu cuello es como torre de marfil. Tus ojos son como los estanques en Hesbón, en la puerta de Bat-rabim. Tu nariz es como la torre del Líbano que mira hacia Damasco.
-
Tu cabeza es como el Carmelo, y tu cabellera es como púrpura real aprisionada en trenzas.
-
¡Qué bella y dulce eres, oh amor deleitoso!
Continúa después de la publicidad