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¡Oh, cómo quisiera que fueras mi hermano, que mamó los pechos de mi madre! Así, al encontrarte afuera, yo te besaría sin que nadie me menospreciara.
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Yo te llevaría y te metería en la casa de mi madre, y tú me enseñarías. Y yo te haría beber vino aromático y jugo de granadas.
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Su brazo izquierdo está debajo de mi cabeza y su derecho me abraza.
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