-
Yo soy muralla y mis pechos son torreones. Entonces llegué a ser a sus ojos como quien encuentra paz.
-
Salomón tuvo una viña en Baal-hamón, la cual entregó al cuidado de guardias: Cada uno de ellos debía traer mil piezas de plata por su fruto.
-
¡Pero mi viña está delante de mí! Las mil piezas sean para ti, oh Salomón, y doscientas para los que guardan su fruto.
Continúa después de la publicidad