Explicación, estudio y comentario bíblico de Colosenses 1:13-51 verso por verso
Él nos ha librado de la autoridad de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo amado,
en quien tenemos redención, el perdón de los pecados.
Él es la imagen del Dios invisible; el primogénito de toda la creación
porque en él fueron creadas todas las cosas que están en los cielos y en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, dominios, principados o autoridades. Todo fue creado por medio de él y para él.
Él antecede a todas las cosas, y en él todas las cosas subsisten.
Y, además, él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos para que en todo él sea preeminente;
por cuanto agradó al Padre que en él habitara toda plenitud
y, por medio de él, reconciliar consigo mismo todas las cosas, tanto sobre la tierra como en los cielos, habiendo hecho la paz mediante la sangre de su cruz.
A ustedes también, aunque en otro tiempo estaban apartados y eran enemigos por tener la mente ocupada en las malas obras, ahora los ha reconciliado
en su cuerpo físico por medio de la muerte para presentarlos santos, sin mancha e irreprensibles delante de él;
por cuanto permanecen fundados y firmes en la fe, sin ser removidos de la esperanza del evangelio que han oído, el cual ha sido predicado en toda la creación debajo del cielo.
Ahora me gozo en lo que padezco por ustedes, y completo en mi propia carne lo que falta de las tribulaciones de Cristo a favor de su cuerpo, que es la iglesia.
De ella llegué a ser ministro según el oficio divino que Dios me dio a favor de ustedes, para dar pleno cumplimiento a la palabra de Dios:
el misterio de Dios que había estado oculto desde los siglos y las generaciones, pero que ahora ha sido revelado a sus santos.
A estos, Dios ha querido dar a conocer cuáles son las riquezas de la gloria de este misterio entre las naciones, el cual es: Cristo en ustedes, la esperanza de gloria.
A él anunciamos nosotros, amonestando a todo hombre y enseñando a todo hombre con toda sabiduría, a fin de que presentemos a todo hombre perfecto en Cristo Jesús.
Por esto mismo yo trabajo, esforzándome según su potencia que obra poderosamente en mí.