Explicación, estudio y comentario bíblico de Colosenses 4:7-51 verso por verso
Todos mis asuntos se los hará saber Tíquico, hermano amado, fiel ministro y consiervo en el Señor.
Lo envío a ustedes con este fin: para que conozcan nuestros asuntos y para que él anime sus corazones.
Lo envío con Onésimo, el fiel y amado hermano, quien es uno de ustedes. Ellos les informarán de todo lo que pasa aquí.
Los saludan Aristarco, prisionero conmigo; Marcos, el primo de Bernabé (ya han recibido instrucciones acerca de él; si va a ustedes, recíbanle)
y Jesús, llamado Justo. Ellos son los únicos de la circuncisión que son colaboradores conmigo en el reino de Dios y que me han servido de consuelo.
Los saluda Epafras, quien es uno de ustedes, siervo de Cristo, siempre solícito por ustedes en oración, para que estén firmes como hombres maduros y completamente entregados a toda la voluntad de Dios.
Porque doy testimonio de él, de que tiene gran celo por ustedes, por los de Laodicea y por los de Hierápolis.
Los saludan Lucas, el médico amado, y Demas.
Saluden a los hermanos que están en Laodicea: a Ninfa y a la iglesia que está en su casa.
Cuando esta carta haya sido leída entre ustedes, hagan que se lea también en la iglesia de los laodicenses; y la de Laodicea léanla también ustedes.
Digan a Arquipo: “Cuida el ministerio que has recibido del Señor, para que lo cumplas”.
Ahora, la salutación de mi propia mano, de Pablo. Acuérdense de mis prisiones. La gracia sea con ustedes.