Y les dijo: Vosotros sois los principales de las familias de los levitas; santificaos, vosotros y vuestros hermanos, para que podáis llevar el arca de Jehová Dios de Israel al lugar que le he preparado.

Santificaos. Esta santificación especial, que se requería en todas las ocasiones graves e importantes, consistía en observar la más estricta abstinencia, así como la limpieza, tanto en la persona como en la vestimenta (véanse las notas de Génesis 35:2; Éxodo 19:10; Éxodo 19:15), y en el descuido de estas reglas no se podía dar ningún paso  (2 Crónicas 30:3).

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