Haz, pues, conforme a tu sabiduría, y no dejes que su cabeza enjuta baje a la tumba en paz.

Haz, pues, según tu sabiduría. La inmensa popularidad de Joab entre el ejército requería que cualquier procedimiento instituido contra él fuera tomado con gran prudencia y deliberación. Pero ese hombre despiadado y pérfido debía ser condenado a expiar sus crímenes con su sangre.

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