Comentario Crítico y Explicativo
1 Reyes 8:62
Y el rey, y todo Israel con él, ofrecieron sacrificio delante de Jehová.
El rey y todo Israel... ofrecieron sacrificio delante del Señor. Este era un holocausto con sus acompañamientos, y siendo el primero puesto sobre el altar del templo, era, como en el caso análogo del tabernáculo, consumido por fuego milagroso del cielo (ver las notas en 2 Crónicas 7:12 : cf. Josefo, 'Antigüedades', b. 8:, cap. 4:, sec. 4.) En ocasiones notables los paganos sacrificaron hecatombes (cien), e incluso chiliombs (mil animales); pero los sacrificios públicos ofrecidos por Salomón en esta ocasión superaron a todas las demás oblaciones registradas, sin contar las presentadas por particulares, que sin duda ascendieron a un gran número adicional. La gran proporción de los sacrificios eran ofrendas de paz, lo que brindaba al pueblo una oportunidad de disfrute festivo.
Se ha planteado una objeción contra el número de bueyes y ovejas sacrificados en esta ocasión, por extravagante y por mucho más allá de los límites de la credibilidad. La objeción, sin embargo, parecerá de muy poco peso, cuando se recuerda que estas víctimas sacrificiales no se ofrecían exclusivamente en un altar, ni en un día; porque no sólo la fiesta continuó durante quince días (véanse las notas en 1 Reyes 8:65 ) sino que para satisfacer las exigencias de una solemnidad extraordinaria, Salomón, sin duda, con el permiso divino pedido y concedido, "santificó el centro del patio", es decir, hizo que se erigieran altares adicionales en el patio de los sacerdotes, y tal vez en algunos patios adyacentes, para usarlos sólo en esa ocasión especial, cuando un solo altar era inadecuado para las necesidades. Tampoco es difícil imaginar de qué fuentes se obtenía un suministro tan amplio de animales para el sacrificio; pues, además de la piedad de los particulares que, como ya se ha dicho, aprovecharon la oportunidad de presentar ofrendas de paz, es posible que algunos príncipes vasallos, como Mesha, rey de Moab ( 2 Reyes 3:4 ), pueden haber rendido su tributo a Salomón en bueyes y ovejas