Y en aquel tiempo Salomón celebró una fiesta, y todo Israel con él, una gran congregación, desde la entrada de Hamat hasta el río de Egipto, delante de Jehová nuestro Dios, por siete días y siete días, hasta catorce días.

Desde la entrada de Hamat hasta el río de Egipto, es decir, desde un extremo del reino hasta el otro, el pueblo acudió de todas partes.

Siete días y siete días, hasta catorce días. Los siete primeros se ocuparon con la dedicación, y los otros siete se dedicaron a la fiesta de los tabernáculos ( 2 Crónicas 7:9 ). La forma particular de expresión indica que los 14 días no fueron continuos, y que ocurrió algún intervalo como consecuencia de que el gran día de expiación cayó el día 10 del séptimo mes ( 1 Reyes 8:2 : cf. Levítico 23:27 ), y el último día de la fiesta de los tabernáculos era el día 23 ( 2 Crónicas 7:10 ), cuando el pueblo regresaba a sus casas (literalmente, dentro de las tiendas), con sentimientos del mayor gozo y gratitud “por todo el bien que el Señor había hecho con David su siervo, y con Israel su pueblo. "(Vea además en cuanto al templo y su dedicación, 2 Crónicas 3:1 ; 2 Crónicas 4:1 ; 2 Crónicas 5:1 ; 2 Crónicas 6:1 ; 2 Crónicas 7:1 ; 2 Crónicas 8:1 ) . )

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