Y Samuel dijo: ¿Se complace tanto Jehová en los holocaustos y en los sacrificios, como en obedecer la voz de Jehová? He aquí que obedecer es mejor que los sacrificios, y escuchar que la grasa de los carneros.

Se complace Jehová tanto en los holocaustos ... No se debe considerar que Samuel menosprecie en modo alguno las ordenanzas de la ley mosaica. Los sacrificios habían sido designados por la autoridad divina, y por lo tanto debían ser debidamente realizados. Pero no eran más que la expresión de la fe y la piedad que abrigaban los adoradores; y siempre que la obediencia exterior se consideraba de mayor importancia que el sentimiento interior o el sentimiento espiritual, había una perversión de la religión que desagradaba a Dios. La obediencia es la verdadera prueba de una profesión religiosa

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