Y en cuanto a tus asnos que se perdieron hace tres días, no pongas tu mente en ellos, porque han sido encontrados. ¿Y en quién recae todo el deseo de Israel? ¿No está en ti, y en toda la casa de tu padre? 

¿En quién recae todo el deseo de Israel? Esta era una premonición encubierta e indirecta de la dignidad real que le esperaba; y aunque la respuesta de Saúl muestra que la comprendió plenamente, afectó dudar de que el profeta hablara en serio.
 

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