Como desconocido, y sin embargo bien conocido; como moribundos, y he aquí vivimos; como castigados, y no muertos;

Desconocidos y, sin embargo, bien conocidos : "desconocidos" en nuestro verdadero carácter y considerados "innobles" por aquellos que "informan mal" de nosotros; "bien conocido" para aquellos que nos tienen en "buen informe": sobre todo, "bien conocido" por Dios.

Morir... vivir2 Corintios 4:10 ; cf. nota, 5:5).

He aquí, rompe el tenor uniforme de la oración y llama la atención sobre algo más allá de toda expectativa.

Castigado, y no muerto.

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