Porque Ezequías rey de Judá dio a la congregación mil becerros y siete mil ovejas; y los príncipes dieron a la congregación mil bueyes y diez mil ovejas; y se santificó una gran multitud de sacerdotes.

Un gran número de sacerdotes se santificaron a sí mismos, de modo que hubiera un número suficiente de manos para los servicios adicionales.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad