Comentario Crítico y Explicativo
2 Crónicas 34:6
Y así lo hizo en las ciudades de Manasés, Efraín y Simeón, hasta Neftalí, con sus esteras alrededor.
Con sus esteras, o, 'en sus desiertos,' para que el verso quede así: Y así lo hizo (es decir, romper los altares y quemar los huesos de los sacerdotes) en las ciudades de Manasés, Efraín y Simeón, hasta Neftalí, en sus alturas desiertas alrededor'. El lector puede sorprenderse al comprobar que Josías, cuyas posesiones hereditarias se limitaban al reino de Judá, ejercía tanta autoridad entre las tribus de Efraín, Manasés, Simeón y otras, hasta Neftalí, como dentro de sus propios dominios;
Por lo tanto, es necesario observar que después de la destrucción de Samaria por Salmanezer, el remanente que continuó en las montañas de Israel mantuvo un estrecho contacto con Judá, y miró a los soberanos de ese reino como sus protectores naturales. Esos reyes adquirieron una gran influencia sobre ellos, que Josías ejerció para eliminar todo vestigio de idolatría de la tierra. No podría haber hecho esto sin la aquiescencia del pueblo en la conveniencia de su proceder, consciente de que era conforme a sus antiguas leyes e instituciones.
Los reyes asirios, que ahora eran los dueños del país, podrían haber estado disgustados por las libertades que Josías se tomó más allá de sus propios territorios. Pero, o bien no estaban informados de sus acciones, o no se preocuparon por sus procedimientos religiosos, relacionados, como ellos pensaban, con el dios de la tierra, especialmente porque no intentó apoderarse de ningún lugar, ni perturbar la lealtad del pueblo.