Y la ira de Jehová se encendió contra Israel, y los entregó en mano de Hazael rey de Siria, y en mano de Benadad hijo de Hazael, por todos sus días.

Los entregó en manos de Hazael... y... de Benhadad... todos sus días, mejor dicho, 'todos sus días' ( 2 Reyes 13:22 ). En lo extremo de su angustia, Joacaz oró al Señor, y fue oído, no por su propia cuenta ( Salmo 66:18 ; Proverbios 1:28 ; Proverbios 15:8 ), sino por el antiguo pacto con los patriarcas ( 2 Reyes 13:23 ).

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