Y mientras David y sus hombres iban por el camino, Simei pasó por la ladera de la colina frente a él, y maldijo mientras iba, y le arrojó piedras y polvo.

Iba por la ladera de la colina frente a él, mientras descendía por el camino áspero en el lado oriental del monte de los Olivos; 'iba a lo largo del costado', literalmente, la costilla, de la colina.

Le tiró piedras, como señal de desprecio e insulto.

Echar polvo. Como para colmo de males, este súbdito desleal arrojó nubes de polvo en el camino de su desgraciado soberano. Pero arrojar polvo es un modo significativo, usado en Oriente, de exigir justicia pública a un criminal (cf. Hechos 22:23 ).

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