Y cuando abrió el cuarto sello, oí la voz de la cuarta bestia que decía: Ven y mira.

Y ver. Apoyado por B; omitido por AC, Vulgata. El cuarto ser viviente, "como un águila en vuelo", introduce este sello: inteligencia y juicio que vuelan alto, descendiendo en picado sobre los impíos, como el rey de las aves sobre su presa.

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