Y en su hacienda se levantará un hombre vil, a quien no darán la honra del reino, sino que vendrá en paz, y alcanzará el reino con lisonjas.

Y en su estado se levantará una persona vil. Antíoco, a quien llamaban Epífanes, es decir, el ilustre, por reivindicar las pretensiones del linaje real contra Heliodoro, fue apodado, por un juego de sonidos, Epimanes, es decir, el loco, por sus locos monstruos debajo de  la dignidad de un rey. Se divertía con los más bajos de la gente, se bañaba con ellos en los baños públicos, bromeaba tontamente y arrojaba piedras a los transeúntes (Polibio, 26: 10). Por lo tanto, como también por su astuta suplantación de Demetrio, el heredero legítimo, del trono, se le llama "vil".

A quien no darán el honor del reino, sino que vendrá en paz, y obtendrá el reino con lisonjas;la nación no le conferirá el reino por un acto público; pero lo obtendrá por medio de artificios, 'halagando' a Eumenes y Atalo de Pérgamo para que lo ayuden, y, como había visto hacer a los candidatos en Roma, sondeando al pueblo sirio de arriba a abajo, uno por uno, con abrazos (Livy, 41: 20).

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