Deuteronomio 22:13-24

Si alguno toma mujer, y se llega a ella, y la aborrece,

Si alguno toma una esposa... Las regulaciones que siguen podrían ser imperiosamente necesarias en la situación de los israelitas de entonces; y sin embargo, no es necesario que indaguemos curiosa e impertinentemente en usos desconocidos para el lenguaje de la civilización.

Tan lejos estaba de ser indigno de Dios el dejar constancia de tales cosas, que las promulgaciones deben aumentar nuestra admiración de su sabiduría y bondad en el manejo de un pueblo tan perverso y tan dado a las pasiones irregulares. Tampoco es un mejor argumento de que las Escrituras no fueron escritas por inspiración de Dios objetar que este pasaje, y otros de naturaleza similar, tienden a corromper la imaginación, y serán abusados por lectores mal dispuestos, de lo que es decir que el sol no fue creado por Dios, porque su luz puede ser abusada por los hombres malvados como un asistente para cometer crímenes que han meditado" (Horne).

Niebuhr ('Voyage en Arabie') describe la misma costumbre que todavía prevalece en muchas partes de ese país, y traza su origen a la idea de que el matrimonio es una especie de compra, un hombre tiene derecho no sólo a buscar una esposa de cierto carácter y calificaciones, sino a devolverla a su padre si no responde a sus expectativas, acompañada de una demanda para la restauración de los regalos nupciales.

Verso 21. Fuera la doncella a la puerta de la casa de su padre. Si se hubiera probado que había sido seducida anteriormente, debía sufrir la pena de muerte; y el lugar elegido para su ejecución fue "la puerta de la casa de su padre". Toda la familia estaba así virtualmente implicada en su castigo, porque todos estaban obligados a velar por su conducta, especialmente su padre, en cuya casa residía hasta su traslado a la de su marido.