Y Jehová te hará abundante en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu ganado y en el fruto de tu tierra, en la tierra que Jehová juró a tus padres que te daría.

El Señor te hará abundante en bienes. Además de las capacidades naturales de Canaán, y de la división de las tribus, que aseguraba el cultivo de cada lugar, incluso de las laderas de las montañas, su extraordinaria fecundidad y el número de sus habitantes eran atribuibles a la bendición especial del Cielo, de la que aquel pueblo favorecido disfrutó durante siglos.

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