De otra manera, si rehúsas dejar ir a mi pueblo, he aquí, mañana traeré langostas a tu costa;

Mañana traeré las langostas. Moisés fue comisionado para renovar la petición tantas veces hecha y negada, con la seguridad de que una respuesta desfavorable sería seguida al día siguiente por una invasión de langostas. Esta especie de insecto se asemeja a un gran saltamontes de dos alas, manchado, rojo y negro, de unas tres pulgadas o menos de longitud, con las dos patas traseras funcionando como resortes articulados de inmensa fuerza y elasticidad.

Tal vez no haya habido jamás un azote más terrible en una tierra que el de esos voraces insectos, que vuelan en número tan incontable que oscurecen la tierra que infestan; y en cualquier lugar en que se posan, lo convierten en un desierto estéril y desértico, despojando al suelo de su verdor, a los árboles de sus hojas y de su corteza, y produciendo en pocas horas un grado de desolación que requiere el transcurso de los años para reparar.

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