Y habló Jehová a Moisés: Di a Aarón: Extiende tu mano con tu vara sobre los arroyos, sobre los ríos y sobre los estanques, y haz subir ranas sobre la tierra de Egipto.

Extiende... El milagro consistió en que los reptiles abandonaron sus pantanos en el mismo momento en que Aarón se lo ordenó, así como, en la suposición de que eran Ranae Niloticae, en que abandonaron las aguas y los suelos húmedos, y se extendieron por todas las partes del país. La palabra hebrea para ranas está en singular, usada colectivamente, y en género femenino.

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