No habéis subido a los portillos, ni habéis levantado vallado para la casa de Israel, para que resista en la batalla en el día del SEÑOR.

No habéis subido a los portillos - Metáfora de las brechas en un muro a las cuales los defensores deben acudir para repeler el ingreso del enemigo. La brecha es la que se hace en la teocracia a través del pecado de la nación y, si no se repara, la venganza de Dios entrará por allí. Aquellos que aconsejan al pueblo al arrepentimiento son los restauradores de la brecha.

Ni habéis levantado vallado - la ley de Dios. Al violarla, el pueblo se despojó de la protección de Dios y quedó expuesto al enemigo. Los falsos profetas no intentaron reparar el mal trayendo de vuelta al pueblo a la ley con buenos consejos ni corrigiendo lo malo con reprensiones. Estos dos deberes corresponden a la doble función de los defensores en caso de una brecha en un muro:

(1) Reparar la brecha desde adentro.

(2) Oponerse al enemigo desde afuera.

Para que resista en la batalla - es decir, que su ciudad pueda "resistir".

En la batalla en el día del SEÑOR - en el día de la batalla que Dios libra contra Israel por sus pecados, no intentáis detener la venganza de Dios mediante oraciones y llevando a la nación al arrepentimiento.

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