Sin embargo, si adviertes al impío de su camino para que se aparte de él; si no se aparta de su camino, por su iniquidad morirá; pero tú has librado tu alma.

Sin embargo, si adviertes al impío en su camino... si no se aparta de su camino, morirá por su iniquidad; pero tú has librado tu alma. La sangre de los malvados compatriotas del profeta ya había sido derramada, Jerusalén habiendo sido para este tiempo "herida"; pero Ezequiel fue claro.

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