Y Abram se postró sobre su rostro; y habló Dios con él, diciendo:

Abram cayó sobre su rostro, la actitud de la más profunda reverencia asumida por los orientales. Consiste en el cuerpo postrado apoyado sobre las manos y las rodillas, con el rostro inclinado hasta que la frente toca el suelo. Es una expresión de humildad consciente y profunda reverencia.

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