Y viendo sus hermanos que su padre lo amaba más que a todos sus hermanos, lo aborrecieron, y no pudieron hablarle pacíficamente.

No podía hablarle pacíficamente, es decir, de una manera amable y amistosa; no dijeron: 'La paz sea contigo', la expresión habitual de buenos deseos entre amigos y conocidos. Se considera un deber sagrado dar toda esta forma de saludo; y el hecho de no hacerlo es un signo inequívoco de desagrado u hostilidad secreta. Por lo tanto, la negativa habitual de los hermanos de José a recibirlo con el "salaam" mostraba la mala disposición que tenían hacia él.

Es muy natural que los padres amen a los más jóvenes y sientan predilección por los que sobresalen en talento o amabilidad. Pero en una familia constituida como la de Jacob, muchos hijos de diferentes madres, demostró una indiscreción grande y criminal.

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