Génesis 9:2

Y el temor de vosotros y vuestro espanto será sobre todos los animales de la tierra, y sobre todas las aves de los cielos, sobre todo lo que se mueve sobre la tierra, y sobre todos los peces del mar; en tu mano son entregados.

Y el temor de ti y el pavor de ti. El segundo restablece el dominio del hombre sobre los animales inferiores. Ahora estaba fundado, no como al principio, en el amor y la bondad, sino en el terror. Este temor al hombre prevalece entre todos los miembros más fuertes así como entre los más débiles de las especies animales, y mantiene alejados de sus guaridas a todos menos a los que están empleados a su servicio. Es en parte el resultado de su razón e inteligencia superior (pues el conocimiento es poder).

Pero hay una sensación natural de temor impresa en todas las clases de la creación inferior que se ve grandemente aumentada por los temores inspirados por la mirada fija y penetrante del ojo del hombre y los acentos especiales de su voz. Ningún sonido, por fuerte que sea, cuando es producido por un cañón o una pistola, transmite la misma cantidad de terror entre las bestias salvajes y las aves salvajes que la voz humana. Incluso en las selvas más espesas, el león y el tigre a menudo se escabullirán si lo escuchan hablar.

Este dominio, tal como se le concedió nuevamente a Noé, aunque expresado en términos más fuertes que a Adán, probablemente para inspirar a él y a su familia la confianza de extenderse sobre la tierra, fue restaurado sólo en el grado imperfecto en que fue poseído después de la caída, cuando, a través de sus propias pasiones feroces y tiranía cruel, la supremacía del hombre sobre la creación inferior se vió muy afectada. Aún así sigue grande. Pero el gobierno coactivo que ahora ejerce, y al que a menudo se resiste con éxito, no debe confundirse con ese dominio benigno y completo que fué su escencial privilegio y que le fue conferido a Cristo ( Salmo 8:6-8 ; 1 Corintios 15:27 ; Efesios 1:22 ; Hebreos 2:7-8), será a su debido tiempo el privilegio impartido a Su pueblo en la condición restaurada de la humanidad.