Y les dijo: Vosotros sabéis cuán abominable es para un varón judío juntarse o acercarse a un extranjero; pero a mí me ha mostrado Dios que a ningún hombre llame común o inmundo;

Y él les dijo: Vosotros sabéis que es abominable para un varón judío juntarse o acercarse a uno de otra nación. No hubo prohibición expresa al respecto, y en cierta medida se mantuvo sin duda el contacto, como se desprende de la Historia evangélica; pero no se practicaba la comunión social íntima, por ser contraria al espíritu de la ley, y (como es habitual en tales casos) la ley se tensaba perjudicialmente en esta dirección.

Pero Dios me ha mostrado que a ningún hombre debo llamar común o inmundo , de lo cual es evidente que el apóstol ya había captado el significado de la visión, y estaba preparado de inmediato para llevarla a cabo.

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