Te oiré, dijo él, cuando vengan también tus acusadores. Y mandó que lo guardaran en el pretorio de Herodes.

Te escucharé - la palabra compuesta [ diakousomai ( G1251 )] implica 'una audiencia completa',

Dijo él, cuando vinieran también tus acusadores. Y le mandó, [ keleusas ( G2753 ) es preferible a ekeleusen ( G2753 ) del Texto Recibido]

Para ser guardado en la sala del juicio de Herodes - 'el pretorio;' ese es el palacio construido en Cesarea por Herodes, y ahora ocupado por los procuradores romanos, en uno de los edificios adjuntos a los que se ordenó que se mantuviera a Pablo.

Observación:

Aunque Pablo, cuando es insultado ante el Sanedrín por el sumo sacerdote, no parece estar libre de enfermedades humanas, su actitud tranquila y valiente como testigo de Cristo. consciente de su inocencia y superior a todas las consideraciones personales y partidistas, se destaca sólo con mayor ventaja. Y así como la alentadora visita que su glorificado Señor le concedió esa misma noche fue prueba suficiente de la estima en que se le tenía y del valor que Aquel a quien tan alegremente le rindió a sus servicios, así también el notable descubrimiento y derrota de el complot contra su vida, y la poderosa protección que se le proporcionó en su camino de Jerusalén a Cesarea, por uno que no sabía nada del caso, y que sólo pretendía la preservación de la paz y la obtención de los fines de la justicia, mostró que él y su causa estaban bajo una tutela superior a la del hombre; tampoco podía dejar de decir dentro de sí mismo, mientras viajaba de noche bajo una escolta de casi 500 mil soldados, para protegerlo contra 40 asesinos: "El ángel del Señor acampa alrededor de los que le temen, y los defiende".

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