Mas él dijo: No estoy loco, excelentísimo Festo, sino que hablo palabras de verdad y de cordura.

Pero él dijo: No estoy loco, noble Festo; sino pronuncie las palabras ('pronuncie palabras') de verdad y sobriedad. ¿Hay algo que supere esta respuesta en cuanto a realismo, aplomo y serena dignidad? Cada palabra refutaba la grosera acusación del gobernador, aunque probablemente Festo no pretendía herir los sentimientos del prisionero.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad