Y hallando allí el centurión una nave alejandrina que zarpaba para Italia, nos embarcó en ella.

Y hallando allí el centurión una nave alejandrina que zarpaba para Italia, nos embarcó en ella. Dado que Egipto era el granero de Italia, y este barco estaba cargado de trigo (referencia), no es sorprendente que fuera lo suficientemente grande como para llevar a 276 almas, pasajeros y tripulación juntos (referencia). Además, los barcos mercantes egipcios, entre los más grandes en el Mediterráneo, eran equivalentes a los barcos mercantes más grandes de nuestra época. Puede parecer extraño que, en su viaje de Alejandría a Italia, se encontraran en un puerto licio. Sin embargo, incluso en la actualidad no es inusual dirigirse hacia el norte en dirección a Asia Menor, en busca de las corrientes marinas.

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