Isaías 22:25

En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, el clavo que está puesto en lugar firme será quitado, y cortado, y caerá; y la carga que estaba sobre ella será cortada, porque Jehová lo ha dicho.

Clavo que está sujeto: Sebna, que se suponía que estaba firmemente fijado en su puesto.

Y la carga que estaba sobre ella será cortada: todos los que dependían de Sebna, todos sus emolumentos y rango, fallarán, como cuando una estaca es "cortada" repentinamente, los adornos en ella caen con ella. El pecado alcanza en sus efectos hasta la familia del culpable.

Comentarios: La alegría y la temeridad de la gente del mundo forman un triste contraste con el terrible destino que les espera. Pero este regocijo mal sazonado y el amor por los placeres y la excitación son aún más tristes de presenciar cuando se ven en el pueblo profeso de Dios. Cuán amargamente llora el profeta en este capítulo no sólo "por el despojo de su pueblo", sino especialmente por el pecado que incurrió en ese juicio divino.

Jerusalén ha sido entregada al "hollado" de los gentiles durante siglos, y así será "hasta que se cumplan los tiempos de los gentiles". Sus "valles más selectos" han sido profanados durante mucho tiempo por los mahometanos. El velo de la hija de Sión ha sido groseramente rasgado y su vergüenza ha sido "descubierta". Qué advertencia es su caso para el pueblo que profesa ser de Dios, que los privilegios espirituales, lejos de asegurar la impunidad en el pecado, sólo agravarán la condenación de aquellos que "retienen la verdad con injusticia".