Y lo quebrará como se quiebra una vasija de alfarero que se rompe en pedazos; no tendrá piedad, de modo que al reventarlo no se halle tiesto para sacar fuego del hogar, ni para sacar agua del pozo.

Y él lo romperá.

Él, el enemigo; o más bien, Dios.

Es, el estado judío.

Como la rotura de una vasija de alfarero, de barro y frágil.

Fragmento (un fragmento de la vasija lo suficientemente grande) para tomar fuego (una brasa) del hogar, o para tomar agua ... fuera del pozo, cisterna o piscina. El oleaje del muro es al principio imperceptible y gradual, pero al final llega a la crisis: así la decadencia del estado judío.

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