Y sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios que habito en Sion, mi santo monte; entonces Jerusalén será santa, y no pasará más por ella extraño.

Así lo sabréis, experimentalmente por las pruebas de favores que os concederé. Así que "saber" ( "Sabrás que yo, el Señor, soy tu Salvador y tu Redentor, el Fuerte de Jacob";).

Que yo soy el Señor tu Dios que habita en Sion, como peculiarmente tu Dios.

Mi santo monte: entonces Jerusalén será santa, y no pasará más por ella ningún extraño, atacar o profanar la ciudad santa ( "El inmundo no pasará por ella;", "¡Despierta! ¡Despierta! Vístete de tu fuerza, oh Sion; vístete tus ropas hermosas, oh Jerusalén, la ciudad santa; porque nunca más vendrá a ti incircunciso ni inmundo", "No habrá más cananeo en la casa de Jehová de los ejércitos").

Extranjeros, o gentiles, vendrán a Jerusalén, pero será para "adorar" "al Rey, Jehová de los ejércitos", allí.

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