Si Dios es glorificado en él, Dios también lo glorificará en sí mismo, y luego lo glorificará.

Si Dios es glorificado en él, Dios también , a cambio y recompensa de este, el más alto de todos los servicios que jamás se le haya prestado, o que pueda serle prestado,

Glorificadle en sí mismo, y enseguida le glorificaréis , refiriéndose ahora a la Resurrección y Exaltación del Hijo después de terminado este servicio, incluyendo todo el honor y la gloria que entonces se pusieron sobre Él, y que por siempre lo rodearán como Cabeza de la nueva creación.

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