Jesús le dice: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dice: Señor, si tú lo has sacado de aquí, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré.

Jesús le dice: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? - preguntas que, redobladas, revelan con tanta ternura el deseo anhelante de revelarse a ese querido discípulo.

Ella, suponiendo que él es el jardinero. Así que, vestido de alguna manera similar, Él debió haber estado. Pero si alguien pregunta, como hacen los intérpretes demasiado curiosos, de dónde obtuvo esas vestiduras, respondemos, con Olshausen y Luthardt, de donde los ángeles obtuvieron las suyas. Parece que la voz de sus primeras palabras no lo reveló; pues Él quería probarla antes de decirle quién era. Por lo tanto, sin responder a la pregunta del desconocido, sino yendo directamente a su punto con él, ella...

Dícele: Señor, si tú lo has sacado de aquí , ¿a quién? ella dice que no Solo puede pensar en Uno, y cree que los demás deben entenderla. Nos recuerda la pregunta del cónyuge: "¿Visteis al que ama mi alma?".

Dime dónde lo has puesto y me lo llevaré. ¿Quieres tú, querida mujer frágil? Pero es el lenguaje del sublime afecto, que se considera capaz de cualquier cosa una vez que tiene en su posesión a su Objeto. Es suficiente. Como José, Él ya no puede contenerse a sí mismo.

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