Los que se libren del estruendo de los arqueros en los lugares de sacar agua, allí ensayarán las justicias de Jehová, las justicias para con los moradores de sus aldeas en Israel; entonces descenderá el pueblo de Jehová a las puertas.

Los que son entregados..., х miqowl ( H6963 ) mªchatstsiym ( H2686 )] - de los gritos de los arqueros [como lo traducen los Targums, de chets, una flecha] o de los que dividen [a saber, el botín, de chaatsats, para dividir].

En los lugares de extracción de agua , х mash'abiym ( H4857 )] - entre los abrevaderos o entre ellos. Cerca de los pozos y fuentes el ladrón y el asesino comúnmente tomaban su puesto; y en tiempo de guerra el enemigo colocaba su emboscada allí, porque los rebaños y las manadas, en los que consistía principalmente la riqueza del país, se reunían dos veces al día en esos lugares, y podían ser capturados con menos peligro cuando los pastores estaban ocupados en sacar agua. Esta circunstancia es aludida por Débora.

Un historiador de las cruzadas proporciona un comentario perfecto sobre sus palabras, y se queja de que, durante el asedio de Jerusalén por parte de los ejércitos cristianos, muchos de sus hombres eran cortados a diario y su ganado era ahuyentado por los sarracenos, que se emboscaban con este fin en todas las fuentes y abrevaderos (Paxton's 'Illustrations of Scripture', vol. 1:, p. 52).

Allí ensayarán las justicias del Señor , х tsidqowt ( H6666 ) ... pirzonow ( H6520 )] - las justicias de Su gobierno en Israel; es decir, en la derrota de Jabín y la restauración de la libertad de Israel.

Entonces el pueblo del Señor descenderá a las puertas , es decir, regresará a sus ciudades en tranquilidad y alegría. Los pozos, que están a poca distancia de los pueblos del Este, son, en tiempos inestables, lugares de peligro. Pero en paz son escenarios de placenteros y alegres lugares de esparcimiento. La poetisa anticipa que esta canción puede ser cantada, y "los actos justos del Señor" ensayados, en estos ahora tranquilos "lugares de extracción de agua".

Débora, ahora animándose a sí misma para describir, en términos apropiados a la ocasión, la preparación y la competencia, llama, en un estallido de entusiasmo poético, a Barac para que haga desfilar a sus prisioneros en procesión triunfal. Luego sigue una enumeración elogiosa de las tribus que aumentaron el impuesto ordenado, u ofrecieron voluntariamente sus servicios: los soldados de Efraín, que habitaban cerca del monte de los amalecitas, la pequeña cuota de Benjamín; los "gobernadores", líderes valientes "de Maquir", el Manasés occidental; y de Zabulón.

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