No te acostarás con ningún animal para contaminarte con él; ni ​​mujer alguna se pondrá delante de un animal para ayuntarse con él: es veguenza.

Ni te acostarás con ningún animal ... Tales abominaciones estaban relacionadas con el culto a los animales en Egipto (véase 'Diodoro', 1:, 85: 'Heródoto', b. 2:, cap. 46:: y aunque Wilkinson y otros se han esforzado por atenuar o negar la acusación, el testimonio de los historiadores griegos está plenamente corroborado (cf. Dollinger, pp. 226, 227).

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