Esta es la ofrenda de Aarón y de sus hijos, que ofrecerán a Jehová el día de su unción; la décima parte de un efa de flor de harina para ofrenda perpetua, la mitad por la mañana y la otra mitad por la noche.

Esta es la ofrenda de Aarón y de sus hijos, la ofrenda diaria del sumo sacerdote; pues aunque se menciona a sus hijos junto con él, sin embargo, por la expresión "que ofrecerán a Jehová el día en que sea ungido", probablemente sólo se refiera a los descendientes de éste que le sucedieron en ese alto cargo. Cuando se preparaba de acuerdo con la prescripción ( Levítico 6:21 : cf.1 Crónicas 9:31 ) debía ofrecerse una mitad por la mañana, y la otra mitad por la tarde, siendo depositada por el sacerdote ministro en el altar del holocausto, donde, al ser dedicada a Dios, se consumía por completo. Esto tenía por objeto recordarle a él y a los demás sacerdotes asistentes que, aunque debían expiar típicamente los pecados del pueblo, sus propias personas y servicios sólo podían ser aceptados por la fe, que debía ser alimentada y fortalecida diariamente desde lo alto, y que debían dedicarse por completo al servicio de Yahvé.

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