Lucas 10:37

Y él dijo: El que tuvo misericordia de él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.

Y él dijo: El que tuvo misericordia de él. Él no responde, 'El Samaritano' eso habría sonado heterodoxo, herético, sino "El que tuvo misericordia de él". Se trata de lo mismo, sin duda, pero el circunloquio es significativo.

Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.

Observación: ¡Oh enseñanza exquisita e incomparable! ¡Qué nuevas fuentes de caridad no ha abierto esto en el espíritu humano, ríos en el desierto, arroyos en el desierto! ¡Qué nobles instituciones cristianas no han fundado tales palabras, todas inimaginables hasta que Aquel Divino vino a bendecir este mundo nuestro sin corazón con Su amor incomparable, primero en palabras, y luego en hechos que han traducido sus palabras en carne y sangre, y derramado la vida de ellos a través de esa humanidad que Él hizo suya! Pero, ¿fue esta parábola diseñada simplemente para magnificar la ley del amor y mostrar quién la cumple y quién no? ¿No está la mente dirigida irresistiblemente a Aquel que, como nuestro Hermano Hombre, "nuestro Prójimo" hizo esto como nunca lo hizo ningún hombre? Los sacerdotes y levitas, dice Trench, no habían fortalecido a los enfermos, ni vendado a los quebrantados, mientras vendaba a los quebrantados de corazón, y derramó en todos los espíritus heridos el bálsamo del más dulce consuelo.

Todos los padres de la Iglesia vieron, a través del fino velo de la más noble de las historias, la Historia del amor, y nunca se cansaron de trazar la analogía, aunque a veces de manera bastante fantasiosa. 'Tuvo hambre' exclama Gregorio de Nazianzum, en el siglo IV, en un pasaje de singular elocuencia, en uno de sus Sermones, 'pero alimentó a miles; El estaba cansado, pero El es el Reposo de los cansados; Se le saluda como "samaritano" y "endemoniado", pero salva al que descendía de Jerusalén y caía en manos de ladrones', etc. Se encontrará más de este noble pasaje en ( Lucas 19:28 , comentario 2, al final de ese sección).