Y él le dijo: Hombre, ¿quién me ha puesto por juez o divisor sobre ti?

Y él le dijo: Hombre. Qué contraste hay entre este estilo de discurso y "Amigos míos", cuando anima a sus propios fieles discípulos a confesarlo resueltamente frente a todos los peligros!

¿Quién me ha puesto por juez o divisor sobre vosotros? Una pregunta notable, viniendo de tales labios, repudiando explícitamente un oficio que Moisés asumió, y después fue divinamente llamado a hacer ejercicio. No con tal propósito se manifestó el Hijo de Dios.

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