El que halle su vida, la perderá; y el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.

El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por causa de mí, la hallará - otro de esos dichos fecundos que nuestro Señor reitera con tanta frecuencia.

La esencia de tales máximas paradójicas depende del doble sentido asociado a la palabra "vida": uno inferior y otro superior, lo natural y lo espiritual, lo temporal y lo eterno. Un sacrificio completo de lo inferior, con todas sus relaciones e intereses o, lo que es lo mismo, la voluntad de hacerlo, es indispensable para la conservación de la vida superior; y el que no se atreva a entregar el uno por el bien del otro eventualmente perderá ambos.

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