Estos son los jefes de la provincia que habitaban en Jerusalén; pero en las ciudades de Judá habitaba cada uno en su posesión, en sus ciudades, es decir, Israel, los sacerdotes, los levitas, los netineos y los hijos de los siervos de Salomón.

La cabeza de la provincia, es decir, Judea. Nehemías habla de ella tal como era entonces, un pequeño apéndice del imperio persa.

En las ciudades de Judá vivía cada uno en su posesión en sus ciudades. Los exiliados retornados, que habían venido de Babilonia, se dirigieron en general, y por un impulso natural, a las tierras y ciudades de todo el país que les habían sido asignadas antiguamente.

Israel. Este nombre general, que designaba a los descendientes de Jacob antes de la infeliz división de los dos reinos bajo Roboam, fue restaurado después del cautiverio, estando entonces los israelitas unidos a los judíos, y quedando borrada toda huella de su anterior separación. Aunque la mayoría de los exiliados que regresaron pertenecían a las tribus de Judá y Benjamín, se les llama aquí Israel, porque un gran número de todas las tribus estaban ahora entremezcladas, y éstas eran principalmente las ocupantes de las aldeas rurales, mientras que sólo los de Judá y Benjamín residían en Jerusalén.

Los levitas, estos tomaron posesión de las ciudades que les fueron asignadas, según tuvieron oportunidad.

Los netinitas, un cierto orden de hombres, gabaonitas o personas unidas a ellos, que se dedicaban al servicio de Dios.

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