Y Ezra el escriba estaba de pie sobre un púlpito de madera, que habían hecho para este propósito; ya su lado estaban Matatías, Sema, Anaías, Urías, Hilcías y Maasías, a su derecha; ya su izquierda, Pedaías, Misael, Malquías, Hashum, Hashbadana, Zacarías y Mesulam.

Esdras... sobre un púlpito de madera, no hecho en la forma que conocemos, sino solo un andamio o plataforma elevado, lo suficientemente ancho como para permitir que catorce personas se paren con facilidad sobre él. Ezra estuvo presente y tomó parte activa en este aniversario festivo; pero su deber era especial y muy laborioso, pues continuaba leyendo en voz alta desde la mañana hasta el mediodía, pero su trabajo se aligeraba con la ayuda de los otros sacerdotes presentes.

Su presencia fue útil, en parte para mostrar su cordial acuerdo con la declaración de la verdad divina de Esdras, y en parte para participar con él en el importante deber de leer y exponer públicamente las Escrituras.

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