La esperanza que se demora enferma el corazón; pero cuando llega el deseo, es árbol de vida.

La esperanza que se demora enferma el corazón: pero (cuando) viene el deseo, (es) un árbol de vida. La verdadera sabiduría nos amonesta a poner nuestras esperanzas, no en las cosas insatisfactorias de la tierra, sino en aquello que, aunque nuestra esperanza se ejerza con larga espera, no nos defraudará al final, sino que será como "el árbol de la vida". en medio del "Paraíso de Dios".

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