El que hace errar al justo por el mal camino, él mismo caerá en su propia fosa; mas los rectos tendrán bienes en posesión.

El que haga (o trate de hacer) que los justos se desvíen por el mal camino, él mismo caerá en su propio pozo.

Pero los rectos (que no se dejan seducir por "un mal camino") tendrán cosas buenas en posesión. No sólo no caerán en el hoyo preparado para ellos, sino que tendrán toda bendición.

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