El hombre fiel abundará en bendiciones, pero el que se apresura a enriquecerse no será inocente.

Un hombre fiel (sincero y honesto) abundará en bendiciones, orado en su nombre por números; o, 'con las bendiciones de la prosperidad' conferidas por Dios.

Pero el que se apresura a enriquecerse (y que por lo tanto es infiel y deshonesto), no será inocente, y no será tratado como tal; no quedará sin castigo con las maldiciones de Dios.

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